“(Después de llegar a la capital real, tener repentinamente una audiencia con Su Majestad, ¿eh…?)” (Wendelin)
Durante las vacaciones de verano, decidimos viajar a la capital real para participar en la boda de Erich y hacer al mismo tiempo algo de turismo.
“Sin embargo, Wendelin es increíble. Conocí al rey por primera vez a los 40 años tras derrotar al dragón de fuego”. (Alterio)
“Vaya… ¿A qué debo prestar atención?” (Wendelin)
Aprovechando el intervalo de las vacaciones de verano en la escuela de preparación de aventureros, partí en misión privada hacia la capital real viajando en una aeronave mágica.
“Wend”. (Luise)
“¿Qué pasa, Luise?” (Wendelin)
Para participar en el matrimonio de Erich-nii-san, habíamos subido a la aeronave mágica que se dirigía a la capital real. Los cuatro: Erwin, Ina, Luise y yo.
“¡Increíble! ¡Qué vista tan magnífica!”
“Como uno esperaría después de gastar una moneda de oro por el pasaje. Las comidas incluidas son magníficas”.
“El postre también es delicioso”.
“Así que esta es la casa del Maestro”. (Wendelin)
El día después de la fiesta en el jardín, he sido transferido formalmente a la casa del Maestro.
La casa ha estado anteriormente bajo el cuidado del Margrave Breithilde.
“Oye, llévame a algún sitio”. (Louise)
“Qué dices de repente…” (Wendelin)
Después de matricularme en una escuela preparatoria de aventureros, y de pasar el tiempo cazando como trabajo a tiempo parcial, me uní a mi gran amigo Erwin von Armin.
“Wow, fue una gran captura hoy.” (Luise)
“Pudimos cazar un oso grande”. (Ina)
“Cierto. Lo derribó espléndidamente el golpe de Erw”. (Luise)
“Lo he calculado, pero no logre dañar bien la vesícula del oso”. (Ina)
Antes de que nos diéramos cuenta, dos bonitas chicas a las que habíamos salvado de la manada de lobos entraron en nuestro grupo, y yo me convertí en el nuevo líder sin saberlo.
“Increíble…” (Ina)
Yo, Ina Susanne Hildbrun, estaba completamente sorprendida.
Mi mejor amiga de la infancia y yo nos salvamos gracias a un muro de tierra que se formó al instante para evitar el ataque de los lobos.
“Gracias por ayudarnos”.
“Gracias Wend-kun.”
“Disculpa… pero yo también ayudé.”
“Es mi culpa. Erwin-kun también es increíble, pero…
“La magia es realmente un juego sucio…”
Permítanme explicar brevemente el curso de los acontecimientos.
Yo era un empleado de una empresa comercial de segunda clase en Japón y, por alguna razón desconocida, me convertí en el octavo hijo de un noble pobre en el oeste de otro mundo.
